domingo, 3 de mayo de 2015

Comunicado de prensa del Gobierno de España - Mayo 2015 -

Convocados todos los medios de comunicación. Nos hemos reunido hoy aquí: El Ministerio de Asuntos Sociales, El Ministerio de Justicia, El Ministerio de Comercio e Industria, y el Ministerio de Salud Pública; para dar a conocer la Ley Orgánica, aprobada ayer por mayoría absoluta, y que entra en vigor en el mismo momento de la finalización de este comunicado en rueda de prensa, con un plazo de cumplimiento improrrogable de un mes, a contar desde el día de hoy.
Todos los productos, sin excepción alguna, de la industria española, productos de alimentación, belleza y cosmética, productos para la higiene personal y doméstica, fármacos, alimentación animal, textiles, y cualesquiera otros de manufactura. Deberán llevar en el etiquetado clara y visiblemente especificado, si se han experimentado en animales. No en letra pequeña, ni en superficies laterales, sino en su parte frontal. Se ha diseñado un logo oficial, que ya está disponible para descargar, en las web de todos los ministerios desde hoy. Las empresas deberán incluirlo en todos y cada uno de los productos que salgan al mercado. El incumplimiento de esta norma, será sancionado con multas y la retirada inmediata del producto. Así mismo, ningún establecimiento distribuidor, podrá exponer a la venta los productos sin esta especificación en el etiquetado, siendo el establecimiento, responsable subsidiario.
El objetivo de esta Ley, es informar a los consumidores, de qué productos están utilizando animales vivos, en el proceso de su fabricación, ya sea a través de la experimentación, u otros medios de explotación animal. Y así de este modo, darles el poder de información y elección, del que hasta ahora se les ha privado. Esta ley es de ámbito nacional, y recordamos que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. A partir de hoy, ninguna cadena de televisión, privada o pública, radio, prensa escrita, o cualquier otro medio de difusión, podrá mantener los reclamos publicitarios de ninguna marca o producto, hasta que éstos cumplan la Ley.
¿Habéis leído bien? Esto es España, y estamos a 4 de Mayo del 2015, y de hecho son las 2:15 de la madrugada y no me puedo dormir... Esto no ha ocurrido aún, pero lo escribo, para saber cuánto tiempo pasará, hasta que se haga realidad, para saber cuánto y qué más tiene que pasar, para que la humanidad despierte y evolucione, o debería decir des-evolucione...
Tengo unas ganas de firmar este documento de preludio del futuro..., y la tentación es demasiado grande, pero debo controlar mi afán de protagonismo. Pues cuando hace unos meses decidí convertirme en activista por la libertad de los animales, decidí hacerlo de forma anónima, y debo mantener mi decisión, ya que así, puedo llegar a más lugares, más lejos, y más deprisa, y aún queda mucho por hacer...
Por nuestros hermanos los animales, que con sus ojos tristes nos piden ayuda, desde cada rincón del planeta, donde son torturados, esclavizados y asesinados.

https://www.youtube.com/watch?v=YVbZQUMbBLs
https://www.youtube.com/watch?v=I7x5dsAjlEM
https://www.youtube.com/watch?v=PCU1WUQXMbs


viernes, 1 de mayo de 2015

Sobre el egoísmo

El egoísmo
El egoísmo, es utilizado como un adjetivo calificativo, y puede aplicársele a cualquier persona como si de algo normal se tratara. Podemos decir que un individuo es perezoso, o impaciente, o egoísta, y esto configura una característica de su personalidad. Sin embargo, el egoísmo es un defecto del comportamiento y este rasgo es mucho más dañino de lo que parece. El egoísmo es un instinto de supervivencia, desarrollado por una falta de confianza y tiene su origen en la infancia.
Origen de egoísmo
El niño que aún no ha desarrollado herramientas para proveerse a sí mismo, crece confiando en sus progenitores, que proveen sus necesidades. Así se genera un entorno de confianza, y por consiguiente, un niño confiado. No con la explicación, sino con la experiencia de la vivencia. De nada sirve decirle a un niño: -Hay que compartir-, si después no se comparte con él (compartir tiempo, afecto, atenciones y recursos). -Si no confío que los demás me van a proveer, porque no es así que lo hacen, yo deberé proveerme a mí mismo- (instinto de supervivencia), -y cuando lo consigo, con mí esfuerzo, no lo comparto, porque no sé cuando se acabará, si me sobra, quizá te dé algo, pero primeramente yo me saciaré-, ésta es la configuración básica del egoísmo. Dar lo que sobra no es compartir, no es generosidad, es limosna... El egoísta no confía en recibir ayuda, por que no se sintió ayudado, y su cerebro no es capaz de realizar el razonamiento lógico de que esa situación, aun desfavorable para él, no es matemática, y la arraiga y la integra como un suceso que se repetirá nuevamente, y ante el cual, la única solución es su intervención para favorecerse a sí mismo. En la observación, percepción y experiencia, los niños integran, que si sus propios padres no les abastecieron, nadie más lo hará.
Los hijos de padres egoístas tienen más probabilidad de convertirse en nuevos egoístas.
El padre egoísta
Sin embargo, es precisamente la condición de PADRE, la que está cargada de una connotación especial, pues qué hay más tierno, que tener tu propio cachorro, mimarle, protegerle, enseñarle, proveerle, reír y disfrutar con él... Un padre egoísta, que sigue preocupándose por él, antes que por su propio hijo, que antepone sus intereses a los de su propio hijo, que es en definitiva la cualidad principal del egoísmo, es tan dañino para el hijo, que puede considerarse como una patología más, llegando a ser muy dañino y tóxico, y determinante para ese futuro adulto.
Es antinatural que un padre sea egoísta con sus propios hijos.
El padre distante
El egoísmo es una forma de ser y de vivir, secuela atrofiada de un crecimiento insuficiente y de una maduración abortiva de la personalidad. Es frecuente que su siembra tenga lugar en una infancia atravesada con escaso cuidado y poca reflexión, proveniente de los propios padres.
Tanto una educación excesivamente dura y crítica, como una, carente de los detalles y atención necesarios, pueden forjar una personalidad egoísta.
Si un niño ve censuradas constantemente, sus expresiones naturales de espontaneidad, y no se siente apoyado en sus sentimientos, ni valorado en sus esfuerzos, y mucho menos atendido en sus necesidades, llega a la lógica conclusión de que no se puede confiar en los adultos, de que todo cuanto desee ha de conseguirlo por sí mismo, sin esperar nada de nadie.
El resultado es un niño que crecerá desilusionado y escéptico de la bondad de quienes lo cuidan.
Ese niño, progresivamente irá integrando en su conciencia, la idea de que no importa si hace las cosas bien o mal, porque no es reconocido si las hace bien y es censurado si las hace mal, de que las personas que lo rodean son sólo medios para lograr sus fines. Prefiriendo utilizar a los demás antes de que ellos tengan oportunidad de utilizarlo a él. Mientras que concibe que en la vida sólo existen dos opciones: o eres víctima o eres predador. Si no devoras, serás devorado --- la ley de la selva, o ley del más fuerte: el pez grande se come al pequeño.
Perfil del egoísta
De egoísta activo a egoísta pasivo. Al individuo egoísta, en ocasiones, se le confunde con un luchador, pero nunca a favor, sino en contra de algo, de alguien, y en contra de todo lo que obstruya su camino.
El egoísmo es una forma de actitud adoptada por la persona, que se fundamenta en la relación narcisista y privativa consigo mismo. Con preocupación exclusiva por las propias necesidades y deseos, y sin interés por los demás (aunque los demás sean sus propios hijos, sus padres, hermanos, u otros seres, supuestamente, "queridos").
Podríamos decir que en el individuo egoísta predomina el razonamiento subjetivo sobre el objetivo. El sujeto egoísta saciará su hambre de una hora, antes de inquietarse por saciar el hambre de un niño de un día entero. Es decir, su perspectiva psicológica y, por consecuencia, su forma de vivir, se orienta siempre de acuerdo con su necesidad y autovaloración personal, menospreciando la del colectivo. Realmente hace un culto de su propio "ego" (de ahí su nombre) al que engrandece, y con el que mide a los demás --- quizá basado en los prejuicios abultados de su propio valor exagerado --- tanto emocional, como intelectual y social.
Por la misma razón, cuando carece del poder suficiente, es fácil que caiga en la explotación del polo opuesto, dando la impresión de ser un desvalido que precisa constantemente atención y cuidado de sus "protectores" --- pudiendo llegar a ejercer una auténtica "tiranía emocional" --- en el seno familiar o en el entorno correspondiente.
Éste encarna el egoísta pasivo que tiende a acomodarse, pero cuya finalidad como la del egoísta luchador es la explotación del prójimo en su propio beneficio. Porque, en resumen, la filosofía de vida de los egoístas radica en pensar que las necesidades del prójimo están por detrás de las suyas propias.
Patología del egoísmo
Para el egoísta, la felicidad radica en satisfacer el propio engreimiento, pudiendo llegar a la hostilidad y el fanatismo. Para éste, los sentimientos tiernos son equivalentes a la debilidad y por tanto al posible fracaso. Por ello no es raro que se proteja con una armadura de frialdad y que sea proclive a la tiranía, cuando esgrime el arma propiciada por alguna forma de poder o autoridad.
Con frecuencia, esta resulta ser una caricatura de persona, acostumbra a adoptar una postura pretenciosa tratando de destacarse sobre los demás para ocupar un plano protagonista. Pero, cuando algo le sale mal, imputa la culpa a otros, robusteciendo, de paso, su ego, al señalar la torpeza de los demás.
Ocasionalmente, este espécimen sub-humano, puede parecer generoso al deparar favores y auxilios a sus allegados, cuando realmente su intención no va en función de las necesidades ajenas, sino de las suyas propias, y en otros casos, en la de alimentar su persona a través de una falsa magnanimidad y un "afecto" fingido y negligente. Son personas capaces de regalar cosas que les sobran o que no son de su agrado, con un alarde de atención o esfuerzo. En lugar de decir claramente, que lo ofrecen porque ellos no van a usarlo, fingen que lo regalan con todo su cariño, para no privarse de una posible recompensa o reconocimiento. Otro claro ejemplo es el de buscar consuelo y compañía entre familiares o amigos cuando se siente solos, pero sin declarar esta necesidad, pues la viven como debilidad. Por ese mismo motivo no confían en los demás y no crean verdaderos vínculos de afecto.
Evidentemente, todo ese aire de poder que proyecta, no es más que una parodia que encubre sus propias carencias y sentimientos comprobados de inferioridad.
Continuamente debe reforzar un ego, que en su interior se sacude, víctima del temor.
Un padre egoísta de perfil luchador, que se siente solo, no le pedirá a un hijo que vaya a verle, se mostrará autosuficiente en todo momento, pero efectuará llamadas de atención indirectas, e irá minando sutilmente el sentido de responsabilidad de su hijo, dejando caer frases oportunas y camufladas, destinadas a ejercer presión, para que al final sea el hijo el que se ofrezca a visitarlo o incluso a hacerse cargo de él, sin necesidad de que él lo haya pedido. Un padre egoísta independientemente de la edad que tenga, no pensará en la felicidad de su hijo, sino en la suya propia.
 

Si puedes comerlo, puedes leerlo
 
Cuantas veces, al empezar a visualizar un vídeo sobre maltrato animal he oído: - No!, qué  horror! -No puedo verlo... Quítame eso por favor! Claro, es muy duro verlo... Ocurre, aunque no lo veamos, y no verlo, es vivir del otro lado, del lado donde la ignorancia se convierte en indiferencia.

Así es, son millones de personas las que desconocen lo que se esconde detrás de la industria  que nos alimenta. Son realmente muy pocos los que se atreven a aceptar que para que la comida, la carne, llegue a nuestros hogares, a nuestros platos,  los animales deben sufrir una indescriptible, muy descriptible, sucesión de sucesos, sucedidos sucesivamente, que se traducen de una vida miserable, sin luz, sin contacto con su medio natural, tratados como mercancía, alimentados con el único fin de ser engordados rápidamente, con OMG (organismos modificados genéticamente), para finalmente ser llevados a la muerte. Se produce un verdadero holocausto animal para que nosotros, ignorantes de lo que sucede, podamos alimentarnos de su carne. Cualquier palabra que yo pueda emplear, para intentar acercarme a describir la tortura a la que son sometidos es nada, comparada con la visión de la realidad que viven.
Si fuéramos conscientes de la barbarie que viven los animales, todos seríamos vegetarianos y/o veganos. No comeríamos animales. Consumiendo productos de origen animal nos convierten en cómplices, sin saberlo, pero cómplices igualmente... A la industria cárnica, o lo que es lo mismo, a la industria de explotación animal, no le interesa que sepamos qué hay al otro lado de los mataderos, de los criaderos, por eso, camuflan la verdad con mentiras, con publicidad donde las vacas salen pastando libres en campos verdes, y amamantando felices a sus terneros, nada más lejos de la realidad. Eso es un pequeño estrato de la industria. No sería muy atractivo mostrar a una vaca con la mirada triste, el pelo sin brillo, y con aspecto enfermizo en el etiquetado de su cuerpo fileteado, o en el break de la leche. Eso no vende.
Entonces, la pregunta es: ¿No podemos soportar la realidad? ¿Nos duele tanto saberlo?¿Pero, qué ganamos ignorándolo, si realmente, sigue ocurriendo? ¿Es mejor darle la espalda a la verdad? ¿Es mejor vivir en la ignorancia? ¿Es útil convertirnos en marionetas de los intereses económicos de los más poderosos, a costa del sufrimiento de los más vulnerables?
Nosotros la especie humana tenemos una identidad propia que nadie puede arrebatarnos, de nosotros depende, ser títeres inútiles, o dejar de ser un eslabón más de la cadena de sufrimiento de nuestros hermanos los animales. De nosotros, individualmente, depende la decisión; dentro de cada uno de nosotros está el derecho de elegir, de decir: -Ya no más. La decisión de uno solo, es un gran paso, cada vez que uno más toma conciencia "uno sólo..., y solo ",  refuerza el avance hacia la libertad de ellos, y cada uno de nosotros hace la fuerza de todos.
Dicen que, "una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Seamos ese eslabón, que rompe esta cadena de sufrimiento y de abuso, de nuestros semejantes. Y sobre todo veámoslo, para que dejen de engañarnos de una vez, seamos valientes y conozcamos la verdad.
 
Ojalá todos los seres vivos pudieran disfrutar de la libertad que les pertenece.